El trasplante de órganos es una práctica que se realiza cuando el mismo no tiene posibilidad de recuperación. Esto puede ocurrir como consecuencia de un accidente o lesión que afecte su funcionamiento normal. Las personas que necesitan un trasplante suelen estar en lista de espera por mucho tiempo, ya que el número de órganos es insuficiente para satisfacer la creciente demanda. Para lograr contrarrestar este problema se comenzó a pensar en la creación de órganos sintéticos.
El uso de las impresoras 3D ha sido de gran ayuda a la medicina creando, desde prótesis funcionales hasta huesos a medida y ahora se enfrenta a un nuevo desafío, la bio-impresión. Gracias a los avances de la biología sintética y la ingeniería de tejidos, los científicos se proponen como objetivo final, la creación de órganos y tejidos completamente funcionales que reemplacen por completo la necesidad de donantes. El reto más grande al que se enfrentan es que los mismos se integren con éxito a la persona receptora, ya que resulta muy difícil que el órgano sintético que se pretende implantar posea el tiempo suficiente para lograr una correcta vascularización.
Para ello se ha creado una nueva tecnología, basada en un sistema con una especie de micro canales donde se colocan las células que van a utilizar, asegurando de esta forma la permeabilidad de los nutrientes y el oxígeno, consiguiendo así que se mantengan vivas dentro de la pieza sintética y puedan desarrollar un sistema de vasos sanguíneos. La impresión de órganos humanos se lleva a cabo en varias etapas. Primero se deben tomar muestras de tejidos o células madre del paciente las cuales se cultivan y multiplican en laboratorio. A continuación son utilizas como la tinta necesaria para la bio-impresión, con la cual mediante una impresión programada se “imprime” un órgano a la medida justa. Con esto los médicos esperan que al introducir el órgano bio-sintético al organismo este se integre a los tejidos existentes.
Este método no es el único en el que se está trabajando. Otra técnica que podría tener éxito en el futuro es la descelularización de órganos, que consiste en el “lavado del órgano” para eliminar las células del donante y evitar así una respuesta inmunológica por parte del receptor al recibir el implante. Y por otra parte, el uso de órganos animales.