La gran revolución que estamos viviendo en materia de Inteligencia Artificial tiene a un gran protagonista detrás de escena, sin el cual nada de esto podría ser posible. Si lo pensamos unos instantes para pensar «qué es la inteligencia» nos daremos cuenta que no existe un único tipo. Claro, la llave está en «cómo aprendemos«, y aquí podemos pensar en dos formas: Razonamiento y Experiencia.
La experiencia es la clave detrás de la inteligencia artificial que vemos hoy en día. Las bases de datos permiten acceder a una infinidad de datos que los sistemas pueden procesar y usar para detectar patrones. Para aprender. ¿Interesante cierto? Bueno, imagina que llevamos el procesamiento de estos datos hacia el área de los negocios, ahí es cuando hablamos de Business Intelligence o «Inteligencia de negocios«.
¿Qué es business intelligence?
Estamos hablando de una técnica que, a grandes rasgos, no parece nueva ni innovadora, consiste en extraer, transformar y cargar datos (ETL) por medio de herramientas que permitan hacerlo. ¿Por qué? Porque se trata de un volumen significativo de datos, no estamos hablando de las clásicas consultas SQL, hablamos de un volumen superlativo que podría derivar en lo que conocemos como cubos de información.
Las herramientas actuales enfocadas en Big Data permiten hacer consultas de grandes volúmenes de datos a una velocidad importante, lo suficientemente interesante como para poder procesar una cantidad tan grande de datos en tan poco tiempo que contribuye a las empresas a tomar decisiones de negocio acertadas en el momento oportuno.
Para esto el Business Intelligence necesita hacer uso de todos los datos que recoge la empresa de su negocio, transformarlos de la forma adecuada para que puedan ser cargados de forma óptima en las herramientas (eligiendo los datos óptimos y eliminando aquellos que son irrelevantes), de modo que se aprovechan al máximo los recursos, sobre todo el tiempo.
Esta información se carga en alguna de las herramientas destinadas a hacer los análisis, que puede ir variando según las preferencias y necesidades de cada organización, hablamos de soluciones como Pentaho, por mencionar alguna de las tantas que abundan en el mercado.
¿Cuáles son las ventajas de esta tecnología?
Las ventajas son incalculables. Así de concreto podemos responder esta pregunta, ya que no hablamos tanto de un «listado» de beneficios, sino de números, cifras que aumentan el valor de las empresas, sus posibilidades de ventas, el control de gastos, etc.
Esta solución permite hacer análisis concretos sabiendo realmente en qué situación se encuentra actualmente la organización gracias a los datos recogidos por ella misma, cuanto más información se disponga mejor, ya que incluso permite detectar patrones estacionales, quizá una caída de las ventas en la segunda semana de marzo sea un patrón razonable para su negocio.
Esa es la segunda clave, permite una vez detectados los patrones, salir de la caja y preguntarse «¿por qué ocurren?«, esto ayuda a entender mejor el negocio y por ende a tomar mejores decisiones empresariales.
No solo eso, sino que además, si tomamos los distintos datos históricos, se puede efectuar proyecciones que nos indiquen qué podemos esperar a corto y mediano plazo con una precisión interesante y así llegar a elaborar un pronóstico que ayude a establecer si la estrategia de negocios está dando frutos o si necesario dar un cambio de rumbo.
Como podemos ver, sus ventajas son incalculables porque puede convertirse en la diferencia entre aquellas empresas que se pierdan a la deriva a partir de malas decisiones y aquellas que saben dónde están y hacia donde van.
