Mucho se cuestiona sobre el futuro de los servicios de correo electrónico como Gmail o Hotmail, pero la realidad es que difícilmente pasen a mejor vida. ¿La razón? Millones de usuarios los utilizan por su simplicidad o porque simplemente no necesitan aprender algo nuevo para comunicarse de forma formal con colegas de trabajo o a nivel interno en una compañía.
Claro que con el correr de los años y el paso de las generaciones sí podría peligrar su popularidad, pero estamos hablando de algo que podría suceder dentro de varias decenas de años. Un ejemplo concreto, hace no muchos años Google lanzaba al mercado una aplicación conocida por aquellos días como «Google Wave» que sustituiría al email, de hecho, la compañía lo anunciaba como su «evolución», nada más equivocado y la prueba está en que hoy nadie sabe qué es Google Wave y ya ni siquiera existe.
Vale, pero ¿a qué viene el título del post? Pues sencillo, a que cuando cuestionamos el futuro de los correos electrónicos, nos olvidamos que existen miles de millones de personas que no tienen grandes conocimientos informáticos como para adaptarse constantemente a nuevas tecnologías y modalidades de trabajo.
Sí, es cierto, existe WhatsApp, existe Slack y van a existir un montón de plataformas, como ya existió Skype, MSN, o ICQ, pero el correo electrónico siguió vivo y sigue vivo en toda la línea del tiempo. Ahora bien. Si a esto sumamos que el correo electrónico es muchísimo más simple que otras tecnologías, no cambia cada año, no surgen nuevos servicios de email que sustituyen por popularidad a los anteriores rápidamente y demás, es allí cuando nos damos cuenta de por qué es tan utilizado.
Además debemos sumar el hecho de que, por ejemplo, una persona adulta, siempre encontrará pequeñas guías que le indicarán como hacer determinadas tareas como entrar a su cuenta de Hotmail por ejemplo.
Ese pequeño video dura menos de un minuto y no necesita más. Pero no solo eso, sino que los pasos que se repiten, se repiten a diario y por varios años sin sufrir grandes cambios que compliquen a esas personas que necesitan que los cambios sean los menores posibles.
Por si fuese poco, encontramos algunas aplicaciones para móviles (como esta app de Deiniciar) que les permiten solucionar casi cualquier problema que tienen en su servicio de email, donde las fallas son pocas y conocidas, y sus soluciones ya son conocidas por la mayoría, algo que para nosotros es tan simple, debemos pensar que no lo es para gente que no quiere ni necesita invertir horas frente a la pantalla. Lo que para nosotros es obvio, para otros no lo es.
En conclusión, cuando te plantees el futuro del correo electrónico, podrías repetirte la misma pregunta que he puesto en el título de este artículo ¿Tienes problemas con tu correo electrónico? Será entonces cuando comprendas que su funcionamiento es tan simple y tan adecuado para solucionar un problema concreto, que no necesita más nada, y que muchas personas no necesitan más. ¿Para qué reinventar la rueda?