Durante 2014 fue lanzado un proyecto denominado Plastc, el cual prometía agrupar en una única tarjeta unas 20 tarjetas de crédito, de este modo el usuario únicamente tendría que especificar cuál de todas ellas utilizar al momento de pagar, evitando tener que cargar con un número elevado de tarjetas.
Una idea que por aquel entonces parecía atractiva, además, ofrecían la posibilidad de efectuar pedidos, señalando un inminente lanzamiento que finalmente nunca aconteció, el coste para hacerse con éste producto rondaba los 150 dólares, un precio que les permitió alcanzar unos 9 millones de dólares para financiar el proyecto.
Lo cierto es que tras casi tres años, la compañía se ha declarado en banca rota, ha cerrado y anunciado que tampoco podrá devolver el dinero a quienes abonaron debido a que no disponen de ningún capital según informan, al tiempo que tampoco fueron capaces de fabricar nada, pero tampoco se detalla hacia dónde han ido a parar esos 9 millones de dólares.
De hecho, Plastc, ha despedido a todos sus empleados, incluso responsables de canales de atención ya sea telefónica o por redes sociales, además sus patrocinadores también cancelaron los contratos, el problema surge tras anunciarse que no pudieron cerrar una ronda de inversión por 3.5 millones de dólares durante el mes de febrero.
Mientras han comunicado en su sitio web la situación, miles de clientes se preguntan qué es lo que ha ocurrido con su dinero, qué es lo que ha estado realizando la empresa todo éste tiempo, y cómo es posible que en tres años no hayan conseguido confeccionar ningún producto o prototipo funcional del mismo.
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