Cuando estamos próximos a escoger una impresora, la primer duda que suele llegar a nuestra cabeza es si debemos escoger una impresora a tinta o una láser, para esto debemos tener claro cómo es que funciona cada una de ellas.
Una impresora a tinta o inyección funciona pulverizando la tinta directamente sobre el papel, de esta forma deben contar con dos cartuchos, uno donde se almacena la tinta negra, y otro para la tinta a color, este último esta conformado por los colores primarios, que a medida que es necesario se van combinando para ampliar el espectro de colores. Un punto importante a mencionar es que en promedio, se estima que una impresora a inyección es capaz de imprimir unas 100 copias antes de que se deba recargar el cartucho de tinta.
Por otra parte, una impresora láser tiene un funcionamiento similar al de una fotocopiadora, contando con un tóner con tinta, en lugar de cartuchos, esa tinta es triturada y convertida en polvo, esto hace que sea un mecanismo que no trabaje por secciones o líneas, lo que permite alcanzar velocidades de impresión mucho más rápidas, siendo ese uno de los principales beneficios de una impresora láser.
En el caso del consumo y cobertura, debemos decir que una impresora láser permite imprimir al 5% de la cobertura del tóner, en cuanto al consumo, una impresora láser han emparejado y en algunos casos superado el consumo de una impresora a tinta, principalmente gracias a las funciones de ahorro que incorporaron compañías como Samsung por ejemplo.
En cuanto a la calidad, este punto puede ser algo debatido por algunos, sin embargo, hay que decir que ciertamente depende un poco del tipo de toner que se utilice, por ejemplo, si utilizas un toner Samsung, ésta compañía brinda una tecnología de polimerizado la cual permite incluir en él partículas más pequeñas que en otros tóners normales, contando con formas más homogéneas y redondeadas, lo que permite a la impresora brindar impresiones con una mayor resolución que un tóner convencional.